Estamos a pocas semanas de acabar la temporada de cruceros del país y la sensación general es que ha sido un excelente periodo para los distintos puertos, valorando la llegada de una mayor cantidad de embarcaciones, así como el aumento del turista que escogió al país como un lugar para recorrer.
Uno de los actores principales que emergen para lograr estos positivos balances, es la Corporación de Puertos del Cono Sur, una organización sin fines de lucro fundada el año 2007, cuya misión es posicionar a Chile y sus ciudades puerto como un destino atractivo para el mercado de cruceros turísticos. Actualmente sus socios son las diez empresas portuarias estatales chilenas creadas por la ley 19.542 y cuatro empresas privadas con intereses en el rubro de cruceros.
Una de las misiones que se ha puesto la entidad para este año 2024, es poder potenciar el negocio de los cruceros turísticos a través de la apertura completa en el ámbito de los cruceros, específicamente, la apertura del cabotaje de cruceros en Chile para embarcaciones de menos de 400 pasajeros de capacidad.
Ante este tema, conversamos con Enrique Runin, presidente de la entidad y también de la Empresa Portuaria Chacabuco (Emporcha), quien profundizó un poco más sobre los alcances de la iniciativa, los beneficios para la industria y en qué etapa se encuentran para su posible implementación.
Aprovechando que, tanto los diputados como senadores del país están en proceso de discusión de la Ley de Fomento a la Marina Mercante, la Corporación ha liderado el deseo de abrir el tránsito y recaladas de cruceros de menos de 400 perronas, sin embargo, esto aún no ha sido incorporado al Proyecto de Ley.
“Los cruceros turísticos internacionales de menos de 400 pasajeros de capacidad son en su gran mayoría cruceros de lujo, cruceros de expedición, que tienen un segmento de mercado distinto al que hoy día está viniendo o que están utilizando las naves chilena”, apunta Runin, dejando en claro que el objetivo es poder atraer a nuevas embarcaciones y un grupo de turistas que no necesariamente está viniendo al país y que puede tener interés por visitar zonas no tan típicas a los que van tradicionalmente los cruceros que llegan a nuestras costas.
“Lo que nosotros queremos potenciar es, ojalá en todo Chile, es que se establezcan recorridos dentro del país, pero sabemos que existe un interés particular de las líneas por la zona sur-austral. Por lo tanto, pensamos que el tipo de recorrido que podría potenciarse sería justamente la región de Magallanes, Puerto Natales, Puerto Edén, Punta Arenas, Antártica, la Región de Los Lagos, Aysén”, relata el Presidente de la Corporación Puertos del Cono Sur.
Runin destaca que “Chile tiene una diversidad inmensa y una ventaja en ese sentido comparativa, muy importante en relación con otros destinos del mundo, de tal manera que es mucho lo que podemos ofrecer a estos cruceros de lujo o de expedición que andan buscando siempre recorridos y destinos distintos”.
El ejecutivo afirma que los beneficios son transversales para toda la industria. Proveedores de servicio, prestadores de servicios intermedios, finales, y todos los que son parte de la cadena logística y turística que participan en el arribo de un crucero. Además, que no sería necesario tener un puerto de gran tamaño para recibir a los turistas, “en este caso, cruceros de 150 o 200 pasajeros pueden establecerte perfectamente con recorridos de inicio y destino en puertos más pequeños”.
La dificultad para convencer a los opositores
El poder posicionar este tema en la agenda legislativa no ha sido fácil, ya que aún existen parlamentarios que desconocen los beneficios o, no muestran mayor interés. El Presidente de Emporcha declara que son dos los principales aspectos que generan dificultad “uno, es que no siempre está la claridad de que, lo que nosotros estamos proponiendo, no va a afectar a la industria turística y naviera chilena”. Este desconocimiento hace que muchas empresas piensen que serán amenazadas en su funcionamiento, cuando el objetivo es “que se amplíe la gama de oferta, para que aumente el número de turistas que lleguen a Chile y no sacar turistas de una industria para pasar a la otra, sino que se amplíe el mercado”.
El otro punto en cuestión, está relacionado con el personal que contrata los cruceros y que se suele creer perjudicará al trabajador nacional. Enrique Runin manifiesta que esta medida permitirá “que se aumenta la capacidad de puestos de trabajo para tripulantes chilenos, que pueden perfectamente trabajar, como lo hacen en todo el mundo, en naves extranjeras”.
En marzo se retomará la discusión en la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado, luego de haber pasado el primer trámite en la Cámara de Diputados. Es en este periodo que la Corporación buscará jugar todas sus cartas para posibilitar la liberación del cabotaje en Chile y abrir, de este modo, un nuevo mercado turístico para el país.
Fuente: Agenda Marítima